LA CUESTIÓN DE LAS «INVASIONES» Y LAS FORMACIONES DE LOS REINOS GÉRMANICOS.
Los Hsiung-nu,
conocidos más adelante como hunos,
fueron un amplio grupo de pueblos de diversa
índole étnica que formaron una confederación asentada
en el sur de lo que hoy conocemos
como Rusia, Kazajistán y regiones aledañas. Su estilo de vida se basaba en el
nomadismo, dedicándose principalmente al pastoreo, la recolección de recursos
naturales y, en ocasiones, al pillaje. La confederación de los hunos era
considerablemente grande, y aunque no se tiene una explicación precisa de los
motivos por los cuales decidieron expandirse de manera bélica, su avance generó
una reacción en cadena entre los pueblos que se encontraban en su camino. Estos
pueblos, ante la presión de los hunos, se veían obligados
a someterse o emigrar, lo cual originó un efecto dominó.
Este efecto dominó afectó principalmente a tres direcciones:
1. Hacia el oriente: Grandes grupos emigraron en busca de paz hacia el Imperio Chino.
2. Hacia el sur: Otro grupo importante se desplazó hacia el Imperio Sasánida.
3. Hacia el occidente: Finalmente, una parte significativa de los hunos avanzó hacia el oeste, llegando primero al Cáucaso, Armenia y Ucrania.
Este desplazamiento forzoso causó que diversas poblaciones presionaran a los visigodos, quienes a su vez obligaron a otros pueblos, como los ostrogodos, a moverse hacia el Imperio Romano. Los visigodos empujaron a los ostrogodos, y estos, a su vez, desplazaron a diferentes pueblos más allá de la frontera romana (limes). En este proceso migratorio y de conquista, los hunos acabaron ocupando gran parte de Europa central y oriental, provocando que otros grupos migraran en cadena: los hunos presionaron a los alanos, los alanos a los ostrogodos, los ostrogodos a los vándalos, y los vándalos a los suevos, hasta llegar al territorio del Imperio Romano.
División administrativa del Imperio Romano bajo el reinado de Teodosio:
· Prefectura de Italia (incluyendo el norte de África)
· Prefectura de Galia
· Prefectura de Ilírico
· Prefectura de Oriente
DIVISIONES DE INTERPRETACIONES INVASIONES VS MIGRACIÓN.
Fronteras internas de la Galia:
En primer lugar, se ha hablado de invasiones, pero el problema de esta interpretación radica en las fuentes que nos informan sobre dichos eventos. Estas fuentes son, en su mayoría, textos escritos por autores de un mismo estrato social: el clero romano, como obispos y abades, que redactaron crónicas sobre los sucesos de los siglos IV y V. Su perspectiva es parcial, en comparación con otras fuentes de los siglos VI y VII, que provienen del clero germano. Por lo tanto, su punto de vista es sesgado si se compara con el de fuentes posteriores.
Además, hay otra serie de autores cuya visión, aunque no influida por cuestiones religiosas, refleja el punto de vista de la élite romana y su percepción del mundo. Esto contribuye a una interpretación diferente de los hechos, ya que prácticamente hasta el siglo XX se dio crédito absoluto a lo que estaba escrito en estas crónicas, presentando a todo lo relacionado con el mundo germano de forma negativa. Por otro lado, las crónicas germánicas de siglos posteriores ofrecen una versión diferente, que apoya la idea de que hubo migraciones pacíficas de personas fuera del Imperio.
A su vez, historiadores ingleses y franceses utilizaron estos textos antiguos y, por tanto, reforzaron la narrativa de las invasiones. Ambos casos deberían reconocerse como visiones sesgadas de los eventos.
Por último, existen también escritores cuya visión no estaba condicionada por el aspecto religioso, quienes proporcionaron información relevante sobre los problemas internos del Imperio Romano y que pertenecían a la élite de dicho imperio.
Aunque hubo invasiones en algunas regiones, no se puede afirmar que estas fueran generales. Lo que en realidad ocurre son los foedus (acuerdos federativos), lo cual significa que el Imperio Romano permitía a los pueblos germanos asentarse en su territorio, proporcionándoles viviendas y respetando su cultura y leyes. A cambio, se les pedía que, en caso de conflicto, acudieran a luchar por el imperio.
En una fase posterior, ya no existen ni federaciones ni invasiones, sino que las unidades germanas que no recibían su paga aprovechaban la crisis del Imperio para aliarse con el mejor postor, en este caso los generales que dominaban las cuatro principales prefecturas del Imperio.
Especialmente las prefecturas de Galia e Italia se fortalecieron tras la división de Teodosio en el 395.
En el siglo IV, una gran cantidad de la población de Britania era britano-romana. Los britanos, habitantes originarios de la isla de Albión (la actual Gran Bretaña), fueron sometidos al Imperio Romano y se aculturaron progresivamente desde el siglo I d.C., especialmente tras la construcción del Muro de Adriano. Sin embargo, durante el siglo IV, las costas de Britania comenzaron a sufrir incursiones de tres grandes pueblos invasores: los jutos, los anglos y los sajones. A principios del siglo V, el retiro de las fuerzas militares romanas de la isla de Albión dejó un vacío de poder que fue aprovechado por los jutos, los anglos y los sajones, quienes atacaron y conquistaron lo que había sido la provincia de Britania. Esto provocó el avance de los britanos hacia nuevas áreas para resistir la conquista de sus territorios originales.
Al norte de la isla se encontraba un grupo conocido como los pictos, de quienes se sabe poco; pertenecían a una rama de los celtas, diferenciándose entre los celtas britanos y los celtas pictos. Las fuentes sobre los pictos son fragmentarias y dispersas, y hasta la fecha nadie ha realizado un análisis exhaustivo de ellas.
Constantino III, también conocido como Constantino el Usurpador, era magister militum de la Galia. Entre los años 406 y 409, se sublevó contra el emperador Honorio, intentando proclamarse emperador. A partir de ese momento, se documentan los ataques de los jutos, anglos y sajones con el objetivo de apoderarse de Britania.
Política. Breve período de autonomía bretona (c. 410–c. 450)
· Este es un período de conquista poco conocido y envuelto en leyendas.
· El abandono militar romano fue total. Lo que quedaba del ejército romano intentó contener el avance de los tres pueblos invasores, pero no lo logró y comenzó a retirarse hacia Cornualles, Gales y Cambria, donde las poblaciones lograron resistir los ataques. Una vez que estos pueblos se asentaron, no intentaron avanzar más.
· Se produjeron luchas constantes con los anglos y sajones.
· Posteriormente, los bretones se replegaron en Cornualles y Gales.
Los bretones
establecieron tres grandes
centros territoriales y se lanzaron
al mar para vivir del comercio atlántico, creando enclaves y
conviviendo con los suecos.
Es en este período cuando
nace lo que se conoce como la Heptarquía (c.
450–829), formada por siete reinos: tres de origen anglo (Northumbria, Mercia y
East Anglia), tres de origen sajón (Essex, Sussex y Wessex) y uno de origen
juto (Kent). Las élites de estos reinos se casaban entre sí para fortalecer
sus territorios, lo cual
generó una sucesión
de alianzas, peleas y guerras
entre los distintos reinos,
aunque sin cambios territoriales significativos.
La mayoría de la población vivía
de la agricultura y el comercio. Inglaterra se convirtió en un importante enclave
geoestratégico debido al estrecho de Calais, que conectaba el comercio entre el
Atlántico y el Báltico. Dado que la navegación oceánica para grandes trayectos aún no
estaba desarrollada, se utilizaba principalmente la navegación de
cabotaje.
Los reinos más ricos
eran los más pequeños (Sussex,
Kent y Essex), ya que servían como puertos
base para las rutas comerciales y se dedicaban principalmente al comercio.
Este efecto dominó afectó principalmente a tres direcciones:
1. Hacia el oriente: Grandes grupos emigraron en busca de paz hacia el Imperio Chino.
2. Hacia el sur: Otro grupo importante se desplazó hacia el Imperio Sasánida.
3. Hacia el occidente: Finalmente, una parte significativa de los hunos avanzó hacia el oeste, llegando primero al Cáucaso, Armenia y Ucrania.
Este desplazamiento forzoso causó que diversas poblaciones presionaran a los visigodos, quienes a su vez obligaron a otros pueblos, como los ostrogodos, a moverse hacia el Imperio Romano. Los visigodos empujaron a los ostrogodos, y estos, a su vez, desplazaron a diferentes pueblos más allá de la frontera romana (limes). En este proceso migratorio y de conquista, los hunos acabaron ocupando gran parte de Europa central y oriental, provocando que otros grupos migraran en cadena: los hunos presionaron a los alanos, los alanos a los ostrogodos, los ostrogodos a los vándalos, y los vándalos a los suevos, hasta llegar al territorio del Imperio Romano.
División administrativa del Imperio Romano bajo el reinado de Teodosio:
· Prefectura de Italia (incluyendo el norte de África)
· Prefectura de Galia
· Prefectura de Ilírico
· Prefectura de Oriente
DIVISIONES DE INTERPRETACIONES INVASIONES VS MIGRACIÓN.
Fronteras internas de la Galia:
En primer lugar, se ha hablado de invasiones, pero el problema de esta interpretación radica en las fuentes que nos informan sobre dichos eventos. Estas fuentes son, en su mayoría, textos escritos por autores de un mismo estrato social: el clero romano, como obispos y abades, que redactaron crónicas sobre los sucesos de los siglos IV y V. Su perspectiva es parcial, en comparación con otras fuentes de los siglos VI y VII, que provienen del clero germano. Por lo tanto, su punto de vista es sesgado si se compara con el de fuentes posteriores.
Además, hay otra serie de autores cuya visión, aunque no influida por cuestiones religiosas, refleja el punto de vista de la élite romana y su percepción del mundo. Esto contribuye a una interpretación diferente de los hechos, ya que prácticamente hasta el siglo XX se dio crédito absoluto a lo que estaba escrito en estas crónicas, presentando a todo lo relacionado con el mundo germano de forma negativa. Por otro lado, las crónicas germánicas de siglos posteriores ofrecen una versión diferente, que apoya la idea de que hubo migraciones pacíficas de personas fuera del Imperio.
A su vez, historiadores ingleses y franceses utilizaron estos textos antiguos y, por tanto, reforzaron la narrativa de las invasiones. Ambos casos deberían reconocerse como visiones sesgadas de los eventos.
Por último, existen también escritores cuya visión no estaba condicionada por el aspecto religioso, quienes proporcionaron información relevante sobre los problemas internos del Imperio Romano y que pertenecían a la élite de dicho imperio.
Aunque hubo invasiones en algunas regiones, no se puede afirmar que estas fueran generales. Lo que en realidad ocurre son los foedus (acuerdos federativos), lo cual significa que el Imperio Romano permitía a los pueblos germanos asentarse en su territorio, proporcionándoles viviendas y respetando su cultura y leyes. A cambio, se les pedía que, en caso de conflicto, acudieran a luchar por el imperio.
En una fase posterior, ya no existen ni federaciones ni invasiones, sino que las unidades germanas que no recibían su paga aprovechaban la crisis del Imperio para aliarse con el mejor postor, en este caso los generales que dominaban las cuatro principales prefecturas del Imperio.
Especialmente las prefecturas de Galia e Italia se fortalecieron tras la división de Teodosio en el 395.
En el siglo IV, una gran cantidad de la población de Britania era britano-romana. Los britanos, habitantes originarios de la isla de Albión (la actual Gran Bretaña), fueron sometidos al Imperio Romano y se aculturaron progresivamente desde el siglo I d.C., especialmente tras la construcción del Muro de Adriano. Sin embargo, durante el siglo IV, las costas de Britania comenzaron a sufrir incursiones de tres grandes pueblos invasores: los jutos, los anglos y los sajones. A principios del siglo V, el retiro de las fuerzas militares romanas de la isla de Albión dejó un vacío de poder que fue aprovechado por los jutos, los anglos y los sajones, quienes atacaron y conquistaron lo que había sido la provincia de Britania. Esto provocó el avance de los britanos hacia nuevas áreas para resistir la conquista de sus territorios originales.
Al norte de la isla se encontraba un grupo conocido como los pictos, de quienes se sabe poco; pertenecían a una rama de los celtas, diferenciándose entre los celtas britanos y los celtas pictos. Las fuentes sobre los pictos son fragmentarias y dispersas, y hasta la fecha nadie ha realizado un análisis exhaustivo de ellas.
Constantino III, también conocido como Constantino el Usurpador, era magister militum de la Galia. Entre los años 406 y 409, se sublevó contra el emperador Honorio, intentando proclamarse emperador. A partir de ese momento, se documentan los ataques de los jutos, anglos y sajones con el objetivo de apoderarse de Britania.
Política. Breve período de autonomía bretona (c. 410–c. 450)
· Este es un período de conquista poco conocido y envuelto en leyendas.
· El abandono militar romano fue total. Lo que quedaba del ejército romano intentó contener el avance de los tres pueblos invasores, pero no lo logró y comenzó a retirarse hacia Cornualles, Gales y Cambria, donde las poblaciones lograron resistir los ataques. Una vez que estos pueblos se asentaron, no intentaron avanzar más.
· Se produjeron luchas constantes con los anglos y sajones.
· Posteriormente, los bretones se replegaron en Cornualles y Gales.
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