LA CRISIS DE LA REPÚBLICA: LAS GUERRAS CIVILES Y SUS CONSECUENCIAS (49-45 a.C)

 


LA GUERRA CIVIL (49-45 A.C)
PRIMERA FASE: DE HISPANIA A EGIPTO

Las medidas de Pompeyo exigían la destitución de César de su mandato en las Galias. Aunque César solicitó una prórroga de cinco años o la posibilidad de presentarse a las elecciones consulares del 49, no obtuvo respuesta. Con el apoyo de sus partidarios en Roma, consiguió retrasar la aplicación de la ley, pero en enero del 49 el Senado decretó el senatusconsultum ultimum, declarando a César enemigo público y ordenando a Pompeyo tomar medidas para proteger el Estado.

En respuesta, el 10 de enero del 49, César cruzó el río Rubicón con sus tropas con su famosa frase Alea iacta est, iniciando un golpe de estado y la guerra civil. Pompeyo se retiró a las provincias orientales para rearmar su ejército, mientras sus legados en Hispania atacaban la retaguardia de César. César tomó Roma y decidió primero asegurar Hispania, donde rápidamente derrotó a las legiones pompeyanas y tomó el control de las provincias hispanas.


Luego, César dirigió sus operaciones hacia Grecia y en la llanura de Farsalia, en Tesalia, derrotó al ejército de Pompeyo en el 48. Pompeyo huyó a Egipto, donde fue asesinado por orden de Ptolomeo XIII, quien buscaba ganarse el favor de César en medio de una guerra dinástica contra su hermana Cleopatra VII. Sin embargo, César apoyó a Cleopatra, y en el enfrentamiento que siguió, la famosa biblioteca de Alejandría fue incendiada, Ptolomeo murió y Cleopatra se convirtió en reina de Egipto en el 48.

SEGUNDA FASE: DE ÁFRICA A HISPANIA

La segunda etapa de la guerra civil comenzó en África, donde el ejército senatorial, apoyado por Juba, rey de Numidia, contaba con numerosas legiones. En el año 46, los pompeyanos fueron derrotados en Tapso y luego en Útica por las fuerzas de César y su aliado, el rey Boco de Mauritania. Los líderes optimates, para evitar ser capturados, se suicidaron, salvo los hijos de Pompeyo, que huyeron a Hispania.

El territorio de Numidia se dividió: la parte occidental se integró en los dominios mauritanos de Boco, y la zona oriental se convirtió en la nueva provincia romana de África. En Hispania ulterior, Gneo y Sexto Pompeyo reorganizaron sus fuerzas con el apoyo de los provinciales, descontentos por la extorsión del legado de César.

 César asumió personalmente las operaciones en la Ulterior y, tras diversos ataques y represalias, ambos ejércitos se enfrentaron en Munda (45). La batalla, que dejó 30.000 muertos entre los pompeyanos, decidió el final de la guerra civil, consolidando a César como el amo absoluto del mundo romano.




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