EL PERÍODO HELENÍSTICO: ALEJANDRO MAGNO

 

Alejandro nació en el 356, su educación estuvo influenciada por el pedagogo Lisímaco, el matemático Menecmo, fue discípulo de Platón y más adelante Aristóteles completó su educación literaria, científica, ética y política. Aristóteles llegó atraído a la corte de Macedonia por Filipo el cual quería que el filósofo enseñara a su hijo.

La preparación militar: Alejandro practicó primero junto a los pajes reales los ejercicios de armas, y luego acudía a las cacerías que el rey organizaba en compañía de los nobles. Junto con estas lecciones prácticas, Alejandro recibió clases sobre el arte de la guerra en estrategia y táctica.


En su calidad de asociado al reino recibió a los embajadores de Persia, les interrogó sobre las gentes del país, sobre la forma de conducir la guerra, sobre las fuerzas de que disponían, las rutas y el poderío de Filipo.

Alejandro fue estimado por Filipo II como su heredero y estuvo asociado al poder desde los 16 años. En ausencia de su padre, permaneció varias veces en el país como depositario del poder y del sello real.

Recibió en una ocasión al rey Lángaro y a ciertos embajadores del Gran Rey cuando Filipo no estaba en el palacio. La recepción y trato con las embajadas extranjeras era una de las principales tareas políticas de la figura real.

Debido a las malas circunstancias surgidas para los griegos tras la victoria de Queronea y los profundos resentimientos que anidaban en los atenienses Filipo mandó a Alejandro a Atenas lo que llevó a una concordia.

Ser depositario del sello real cuando Filipo se ausentaba del país le permitía tomar disposiciones de distinta índole.

Tras la muerte de Filipo, Alejandro le sucedió. Para evitar ulteriores problemas e intrigas contra su persona fueron eliminados los pretendientes que pudieran ser peligrosos para el ascenso al trono de Alejandro.

Tras la muerte de Filipo hubo diferentes movimientos de separación en toda Grecia. Alejandro irrumpió en Grecia con sus tropas e hizo valer su derecho. Los tesalios le ofrecieron la presidencia de su liga y el Consejo de la Anfictionía délfica le reconoció como jefe por mayoría de votos, concediéndole de nuevo el título de hegemón


CONQUISTAS DE ALEJANDRO


El Imperio Persa, que Alejandro preparó para su expedición, era superior a cualquier potencia que pudiera arrebatarse a Europa.

Las diversas jurisdicciones del imperio, desde el Mediterráneo hasta la India, pudieron proporcionar al rey gran parte de la población. Además, Darío III dominó los mares al comandar batallas navales en Chipre y Fenicia, Grecia, en las últimas guerras tracia e iliria.

En el ejército de Alejandro podemos distinguir cuatro grupos:

Primero, la base, que estaba formada por soldados macedonios, sus fuerzas principales eran las Guardias Reales (tierra y caballería), así como infantería y caballería de todas partes del reino.

Alejandro conservó todas las costumbres de los reyes macedonios y los convocó a reuniones para escuchar sus opiniones y decidir sobre algunos asuntos. En resumen, debería darle al consejo militar su tradicional papel político y judicial macedonio.

El segundo era un ejército griego proporcionado por las ciudades de la Liga de Corinto. Como señor supremo de la alianza, Alejandro era el más influyente de estos hombres en todos los asuntos relacionados con la administración militar.


Cuando comenzó la batalla, las tropas enviadas a Pella eran sólo 7.000 hombres y 600 jinetes.

En tercer lugar, los soldados extranjeros y los soldados sirvieron con el consentimiento directo del rey macedonio o para mejorar su poder. 


En la primavera del 334 a.C. C. Alejandro dirigió el ejército a través del Helesponto y a través de Asia Menor. Se encontraron allí por primera vez y esta vez la caballería macedonia, bajo el mando del joven rey, luchó duramente.

Victoria en la batalla de Granicus (junio de 334 a. C.). C.) inició un largo periodo de poder persa, que acabó en Gaugamela, pero trabajó sobre todo para dejar en manos de Alejandro dos satrapías cercanas (Helespontica Phrygia, Lydia).

Después de ganar el mar, Alejandro marchó hacia el sur a través de Eolia y Jonia. Todas las ciudades griegas se entregaron a los macedonios; Éfeso es un puerto maravilloso. En cuanto a su relación con las ciudades griegas, Alejandro respetó la democracia que surgió en cada una de ellas cuando los oligarcas fueron expulsados ​​o asesinados, los obligó a acuerdos,

les dio libertad e independencia y los dejó en los hábitos que les imponen.

Lenguaje persa; El hecho de que tuvieran un acuerdo muestra que él los eligió, para todos los efectos, como los pueblos de su imperio asiático.


Dominación de Siria, Fenicia y Egipto

En la primavera del 333 Alejandro se puso en movimiento, seguramente queriendo convencer definitivamente a los persas para que renunciasen cuanto acababa de arrebatarles.

Descendió incluso a Cilicia, tomó Tarso y la tajada occidental del país. Pero esta oportunidad Darío III había reunido en Babilonia un ejército sacerdote al ininteligible ν le salió al aproximación en Isos, cortando la retirada al macedónico y dejándolo de espaldas a la inhóspita playa de Siria y Fenicia.

Sin embargo, la estrechez de la llanura litoral nunca perjudicó a Alejandro, que venció a los persas (batalla de Isos). Darío III logró huir, ν los mercenarios griegos que tenía a su servicio regresaron a Fenicia, exigiendo ser reembarcados.

El campamento persa y una parte de la familia del rey persa cayeron en manos de Alejandro.

Este triunfo (noviembre 333) causó bastante sorpresa en Grecia, y el Consejo de Corinto votó honores especiales para Alejandro.

Al poco, Darío ofreció un tratado de amistad, pero en términos tan imprecisos que el joven rey rechazó la propuesta. Sin ceder a la tentación de dirigirse de inmediato hacia Mesopotamia, donde se hallaba el refugio del Gran Rey, prosiguió con su plan primitivo de dominar todo el litoral, pues los persas eran todavía dueños del mar y estaban en condiciones de sublevar a Grecia.

Siguió pues descendiendo por Siria y Fenicia, donde capturó los puertos de Arado, Trípoli, Biblos y Sidón; su avance se detuvo en Tiro, ciudad fortificada sobre una isla, donde estuvo inmovilizado ocho meses a causa de un complejo asedio. La ciudad cayó en agosto del 332 ν sufrió un severo castigo (reducción de sus habitantes a la esclavitud).

Privado Darío de su flota de cualquier base en el Mediterráneo, y cerrado además el Helesponto, los persas perdían los mercenarios ν quedaban restringidos a las fuerzas terrestres de su propio reino. Pero faltaba ocupar Egipto, que pertenecía todavía al Imperio persa. Nada más entrar Alejandro en territorio egipcio, los persas se rindieron.

Alejandro fue acogido con júbilo por los egipcios y saludado con alguno de los títulos reservados a los faraones (Horus, hijo de Re, etc.). Estableció muy buenas relaciones con el clero local, que cooperó con los macedonios en la ocupación pacífica del país. Llevó a cabo una nueva organización administrativa, dividiendo el país en tres provincias que confió a funcionarios indígenas,

pero situando al frente de toda la administración a un comandante militar macedonio, y a un griego como encargado de las finanzas (Cleomenes de Náucratis).


Triunfo sobre el Gran Rey

Alejandro Magno sí consigue realizar una gran empresa en Egipto, esto es la creación de Alejandría.

Más adelante, en el 331 a.C., tiene lugar la Batalla de Gaugamela, en la que los macedonios vuelven a ganar. A continuación tiene lugar la conquista de las tres ciudades más grandes del Imperio Persa; Babilonia, Susa y Persépolis.

Cuando realizó estas conquistas, Alejandro Magno decidió no arrasar las ciudades conquistadas, salvo Persépolis; en este caso, en el 330 a.C. entró en la ciudad y tras saquear la ciudad y aniquilar a la población, el emperador decide incendiarla, poniendo fin al Imperio Aqueménida.

En estos momentos, Darío III se estaba refugiando en las satrapías orientales; sin embargo, viendo el avance de Alejandro Magno, las zonas orientales temen su caída y deciden asesinar a Darío III, que se refugiaba en su territorio,

pero como Alejandro Magno se había casado con la hija de Dario III, este era su legítimo heredero, por ello, el emperador macedonio conquista las zonas de las satrapías orientales bajo el pretexto de vengar a Darío III; es entonces cuando toma y somete Bactria y Sogdiana.

Posteriormente contrajo matrimonio con Roxana, hija de un noble del lugar.

Tras realizar estas conquistas, el macedonio decide conquistar la India; su plan era pasar por el Indo y llegar hasta el océano, donde creían que se encontraba la India. Durante esta campaña, una de las batallas más importantes que tienen lugar es la Batalla del Hidaspes (326 a.C.); en esta batalla se enfrenta contra Poros y el resultado de ella fue la victoria del contingente comandado por Alejandro Magno. Sin embargo tras esta batalla sus aliados piden poner fin a las conquistas, ya que no veían la hora en que estas fueran a terminar; además, no se estaba consolidando bien lo que iban dejando conquistado atrás. Esto desembocó en un amotinamiento por parte del ejército en el mismo año, que obliga a Alejandro Magno a regresar hasta la desembocadura del Indo, tras haberlo conquistado. En el regreso, Alejandro Magno llega a Susa y luego a Babilonia, donde decidió establecer la capital, que duró hasta el 324 a.C. Tras su regreso, no solo el ejército estaba debilitado, sino que también el propio Alejandro lo estaba, además a esto se le suma el fallecimiento de Hefestión, amigo de Alejandro desde la infancia. Todo esto provoca que en el año 323 a.C. a causa de unas fiebres, Alejandro Magno fallezca. Tras su muerte, sus restos fueron llevados a Alejandría, donde se le hizo un mausoleo.


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