LA ALTA REPÚBLICA Y EL IMPERIALISMO DE LOS SIGLOS III Y II A.C (III)
LA ESTRUCTURA SOCIAL ROMANA
LOS PATRICIOS
En la sociedad romana durante la República, la familia era la unidad básica y estaba bajo la autoridad absoluta del pater familias, el hombre libre que era el cabeza de familia. La estructura familiar incluía al pater familias, su esposa, sus hijos, las esposas de sus hijos no casados y los hijos de sus hijos. El pater familias ejercía control absoluto sobre la familia y sus propiedades.
Las familias más importantes, conocidas como patricii, tenían un gran poder político y controlaban la justicia consuetudinaria y el acceso a cargos públicos. Los representantes de estas familias formaban el senado primitivo.
Por encima de las familias estaban las gens, que agrupaban a varias familias descendientes de un antepasado común. Las gens también incluían a los clientes, personas no relacionadas familiarmente que estaban bajo la protección de un ciudadano paterno de familia (patronus). La relación entre el patrono y el cliente era de fidelidad, con obligaciones mutuas de protección y apoyo.
Las curias eran la piedra angular del sistema político y administrativo, y servían como unidades de reclutamiento para el ejército romano. Las tribus, de origen posterior, también tenían una función importante, especialmente en el contexto de las reformas territoriales.
LOS PLEBEYOS
El desarrollo de Roma durante los siglos VI y V a.C. dio origen a un grupo de población llamado la plebe (plebs). Este grupo, inicialmente excluido de los derechos políticos y judiciales, carecía de acceso a la tierra y estaba compuesto por diversos orígenes, como artesanos, comerciantes, jornaleros extranjeros y descendientes de esclavos manumitidos o jornaleros rurales. Aunque estaban obligados a participar en la defensa y los impuestos del Estado romano, carecían de capacidad política real y de ciertos derechos de los ciudadanos romanos completos.
La creciente población plebeya aspiraba a obtener derechos jurídicos, políticos y económicos similares a los de los patricios, lo que condujo a conflictos entre ambos grupos conocidos como el enfrentamiento patricio-plebeyo.
LOS ESCLAVOS
Jurídicamente, un esclavo en Roma era considerado una propiedad, sin derechos ni familia, cuya única función era servir a su amo. No tenía patrimonio, no podía contraer matrimonio legalmente y su relación con otra esclava no tenía consecuencias legales. Su vida, tratamiento y posibilidad de formar un peculio (un pequeño ahorro propio) o vivir con una mujer y tener hijos dependían totalmente del amo, quien tenía poder absoluto sobre él, incluso el derecho de vida y muerte.
Los esclavos procedían principalmente de tres fuentes: prisioneros de guerra, hijos de esclavos y la compraventa. La cría de esclavos en las villas también se convirtió en una fuente importante después de que las guerras de conquista disminuyeran.
La esclavitud era hereditaria: los hijos de una mujer esclava nacían esclavos, mientras que los hijos de una mujer libre, incluso si su padre era esclavo, nacían libres. Los esclavos podían obtener su libertad mediante la manumissio, convirtiéndose en libertos, pero seguían vinculados a ciertas obligaciones hacia sus antiguos amos, que se convertían en sus patronos.
Aunque los libertos tenían la ciudadanía romana con ciertas limitaciones, como obligaciones hacia sus antiguos amos, eran diferenciados de los ciudadanos nacidos libres (ingenuos) en la nomenclatura, siendo designados como libertos y conservando a menudo parte de su antiguo nombre esclavo, seguido del cognomen que indicaba su antigua relación con el paterfamilias del que eran esclavos.
CURSUS HONORUM
El cursus honorum era la secuencia de cargos públicos que un ciudadano romano podía ocupar a lo largo de su vida. Comenzaba con la cuestura, seguida de la edilidad, el tribunado de la plebe, la pretura y culmina con el consulado. También se podían desempeñar magistraturas extraordinarias como la censura y la dictadura, además de diversos sacerdocios.
La vida pública de un romano comenzaba con el dies virilis togae, una ceremonia en la que los jóvenes de 14 a 16 años recibían la toga, símbolo de su incorporación a la ciudadanía y de sus nuevas responsabilidades.
Para comenzar el cursus honorum, se requería cumplir con el servicio militar durante 10 años, desempeñando varios cargos militares en las legiones. Después, se ingresaba en el vigintisexvirato, un conjunto de 26 puestos administrativos encargados de diversas funciones como la vigilancia de las calles y la acuñación de moneda, proporcionando a los jóvenes romanos sus primeras experiencias en la función pública.
Finalmente, después de cumplir con las obligaciones militares y administrativas, un ciudadano romano podía aspirar a ocupar las magistraturas ordinarias, desde la cuestura hasta el consulado, marcando así su carrera política.
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