GRECIA CLÁSICA: LA ÉPOCA OSCURA Y LA FORMACIÓN DE LAS POLIS GRIEGAS (VII)

 SOCIEDAD ESPARTANA


La Diarquía

La diarquía, o gobierno de dos reyes, que pertenecían a las antiquísimas familias. Agiadas y Europóntidas, cuyo origen permanece incierto. Un rey político y uno religioso.

Funciones de los reyes

• Religiosas

Cada uno de ellos era sacerdote de Zeus Lacedemonio y Zeus Uranio respectivamente.

Tenían carácter divino como descendientes de Cástor y Póllux.

Les correspondía un lugar de honor en los sacrificios y en la iniciación de las libaciones.

A su servicio se encontraban los «Pithioi», magistrados responsables de consultar el Oráculo de Delfos.

• Militares

Ambos reyes eran jefes militares permanentes, pudiendo salir en campaña juntos o individualmente.

También poseían la prerrogativa de declarar la guerra cuando lo creyeran conveniente.

• Civiles

A modo de los «Basileis» homéricos, los reyes espartanos tenían la misión de velar por el bienestar y la prosperidad de su pueblo.

Tenían el derecho de nombrar los «Proxenoi», o representantes extranjeros de otras ciudades en la suya propia.

Supervisan el Derecho familiar en cuestión de matrimonios y adopciones.

La Apella

Era la asamblea popular formada por todos los ciudadanos de pleno derecho («Homoioi»), mayores de treinta años, convocada y presidida por los Éforos. Allí se decidían (no se discutían ni deliberaban) las propuestas dadas por la Gerusía referentes a la paz, la guerra y los asuntos de política exterior.

La Apella también determinaba:

— El nombramiento de los generales.

— La elección de los Gerontes y Éforos.

— La decisión sobre los pretendientes al trono.

— Votaba las leyes propuestas.

— Se acordaba también la libertad de los hilotas que se habían distinguido con el combate.

Estas decisiones se tomaban por aclamación popular, no por votación, es decir, se aceptaban por asentamiento y aclamación de los participantes en la asamblea.

La Gerusía

Era el consejo de ancianos (Gerontes). se componía de veintiocho miembros más los dos reyes. El nombramiento de los Gerontes era refrendado en la Apella. Éstos debían de tener más de sesenta años y encontrarse exentos de obligaciones militares. Eran elegidos entre los individuos más prestigiosos y respetables de cada tribu, que aportan diez miembros a la Gerusía.

Gerusía: era ésta una institución fundamentalmente consultiva y deliberante. Sometía sus decisiones al pueblo reunido en asamblea (Apella), que tenía la última palabra. Constituía la parte ejecutiva del Gobierno espartano, junto con los cinco Éforos y los dos reyes. Poseían amplios e importantes poderes en materia legislativa, judicial y penal: Juzgaban los casos de criminalidad y de traición al Estado, (aunque los Éforos se reservaron a menudo las sentencias de estos últimos). También podían dictaminar otras penas menores: multas, castigos («Atimias») y destierros.

El Geronte poseía un nombramiento vitalicio y era frecuente que no tuvieran que dar cuentas a nadie de sus gestiones en el mismo.

Ekklesía

Eran todos aquellos ciudadanos mayores de 30 años.

El Eforado

Era un colegio de cinco magistrados, elegidos anualmente en la asamblea o Apella. Como su propio nombre indica, eran vigilantes, supervisores del propio Estado Espartano. Su poder fue creciendo hasta llegar a ser la institución con más poder en Esparta. Los éforos eran elegidos en la Apella, uno por cada Oba o poblado. entre los ciudadanos más justos.

Representaban en el Gobierno a la Comunidad espartana (Demos). Ocupaba el poder por un año, siendo el más anciano al que le correspondía convertirse en epónimo.

Era misión de los Éforos:

• Convocar y presidir la Apella.

• Vigilar el orden y el cumplimiento de la Constitución espartana y por ello:

— Tenían pleno poder legislativo y judicial.

— Interpretaban las leyes y las normas de carácter consuetudinario (no había leyes escritas).

— Juzgaban a los funcionarios públicos, que debían rendirles cuenta al finalizar su cargo.

— Vigilaban a los propios reyes en sus funciones, incluso si se encontraban en campaña militar.

— Eran los responsables últimos de la sumisión de Periecos e Hilotas.

Para ello contaban con su propia «policía» con la que organizaban las Criptías o razzias que atemorizaban a la población Hilota con el fin de mantenerla sometida. Como representantes del Demos en el Gobierno del Estado Espartano, tenían la potestad de supervisar las acciones del mismo que no les atañían directamente como el control de las finanzas o las relaciones de política exterior.

Los Periecos

Eran «los habitantes de la periferia». Los Periecos vivían en pequeñas comunidades independientes (Komai) en Laconia y Mesenia. En época clásica se acercaban a un centenar.

Cultivaban la tierra y se dedicaban al comercio y a la artesanía (armas, cerámica...). Por ello pueden ser considerados como elementos básicos de la economía espartana.

Las comunidades de los Periecos gozaban, por lo general, de bastante libertad, aunque algunas de ellas, por razones estratégicas o de defensa, estuvieron sometidas a una autoridad militar espartana (Citerodiko).

Los Periecos no eran considerados ciudadanos de Esparta y carecían de derechos cívicos, pero sí pertenecían a la comunidad espartana. El nombre genérico de lacedemonios engloba a Espartiatas y a Periecos, aunque estos últimos no podrían participar en el gobierno del Estado. Por ello la población perieca tenía obligaciones y deberes para con la comunidad espartana:

1. Debían contribuir a mantener las propiedades y tierras reales y del culto. Los dos reyes de Esparta tenían el derecho a un Témenos tomado de la tierra que cultivaban los periecos.

2. Debían ayudar con tropas militares de hoplitas al ejército espartano. Sólo ellos integraban la marina, pudiendo en este campo llegar a tener ciertas graduaciones de mando.

3. No podían tomar decisiones de política exterior, ni pactar con otros Estados extranjeros. Sin embargo pudieron, como miembros del Estado espartano, participar en las festividades y concursos panhelénicos. A pesar de estas limitaciones, la situación de los periecos podría calificarse de privilegiada: No participaban en la vida política del Estado, pero estaban exentos de la educación y dura disciplina militar de los espartiatas. A cambio, gozaban de libertad y acaparaban prácticamente todo el campo económico, llegando muchos a enriquecerse a costa de los Homoioi.

Los Hilotas

Tanto el origen como la situación social y jurídica de este estamento social resulta aún confusa. Respecto de lo primero, ya desde muy antiguo, los espartiatas se jactaban de que los Hilotas fueran los descendientes de los habitantes originales de aquellas tierras reducidas a servidumbre por los conquistadores dorios. Se podría calificar a los Hilotas como siervos adscritos a la tierra (Cléros) que no podían abandonar.

Estaban obligados a procurar al espartiata al que estaba asignado ese Cléros una renta fija (Apoforai) que consistía en productos sacados de la tierra: cereal (trigo o cebada), fruta, vino y aceite; ello estaba estipulado por el propio Estado. Exigir más suponía un delito castigado con la expulsión de la Sissitía.

LAS ESPARTANAS



La mujer espartana no se dedicaba a las tareas del hogar, como la obtención de los tejidos; éstas se confiaban a las sirvientas y a mujeres de condición social inferior. A cambio se ocupaba del aprendizaje de la música, la poesía o de los ejercicios gimnásticos. El mantenimiento de la forma física y el gozar de una buena salud era absolutamente necesario, debido a la función primordial de la mujer espartana en la sociedad: El ser procreadoras de hijos saludables que sirvieran al Estado.

El matrimonio era fuertemente promovido en Esparta debido a la necesidad de la procreación; sin embargo sus ritos y ceremonias, eran extrañas con respecto a las de los demás griegos. Se basaban en la captura o el rapto de la novia a la que hacía vestir con ropas masculinas.

Además podían tener tierras en propiedad, así como ser propietarias de caballos. Llevaban el pelo corto.

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