Europa Medieval: Carlomagno y el Imperio Carolingio

Un poco de contexto: https://www.youtube.com/watch?v=hQW5Tgb8x7s

Al morir Enrique, padre de la patria, e l más grande y mejor de los reyes, e l conjunto del pueblo de los Francos y de los Sajones eligió para sucederle a Otón, ya designado desde hacía algún tiempo como rey por su padre. Decidieron que el lugar de esta elección general sería el palacio de Aquisgrán. (...) Cuando lo duques, los príncipes y los otros jefes del ejército se hubieron reunido en e l patio junto a la basílica de Carlomagno, colocaron a su nuevo soberano en un trono que había colocado allí: al darle su mano, prometerle fidelidad y asegurarle su ayuda contra todos sus enemigos, le hicieron rey según la costumbre. Mientras los duques y los otros grandes cumplían este gesto, el pontífice supremo del reino (Hildeberto, arzobispo de Maguncia), rodeado del clero y del pueblo, esperaba en el interior de la iglesia la entrada del nuevo rey ... "Os presento -dijo- a Otón, elegido por Dios, designado tiempo atrás por el señor Enrique y al que los príncipes acaban de nombrar rey. Si esta elección os complace, testimoniadlo levantando la mano derecha hacia el cielo".


A continuación, e l pontífice avanzó con e l rey vestido con una túnica estrecha a la moda franca, hasta el altar donde estaban dispuesta las insignias de la realeza: la espada con el tahalí, el manto, los brazaletes, el bastón con el cetro, la corona ... Este último e acercó al altar, tomó la espada y el tahalí, se volvió hacia el rey y le dijo “Recibe esta espada por virtud de la cual rechazarás a todos los adversarios de Cristo, los bárbaros y lo malos cristianos, en nombre de la autoridad divina que te ha conferido el poder sobre todo el imperio de los francos, para establecer una paz firme entre los cristianos”. Al darle los brazaletes y revestirle con el manto: "Estos pliegues que caen hasta tierra deben recordarte el celo con el que debe arder por la fe y por la conservación de la paz, en todos los tiempos y hasta el fin de tu vida”: Tomó a continuación el cetro y el bastón, y dijo entonces “Estas son las insignias de la obligación que contraes de corregir a tus súbditos con bondad paternal y de tender una mano misericordiosa primero a los ministros de Dios y después a las viudas y a los huérfanos, que el aceite de la compasión no falte nunca sobre tu cabeza, a fin de que seas coronado en el presente y en el futuro con una recompensa eterna". Ungido de inmediato con el aceite santo y coronado con una diadema por los obispos Hildeberto y Wicfrido (de Colonia), el rey fue conducido tras su consagración por los dos prelados al trono (de Carlomagno) con acceso por dos escaleras curvas y situado entre dos columnas de maravillosa belleza, desde este trono el soberano podía ver y ser visto por todos los asistentes.


Cuando se dijo la acción de gracias y se celebró la misa solemne, el rey entró en el palacio y se sentó con los obispos y todo el pueblo a una mesa regiamente dispuesta. Los duques le servían: al de Lorena, Giselberto, cuyo dominio territorial comprendía esta localidad, le correspondía la supervisión de todo; Eberhardo de Franconia se encargaba de la mesa; Herman de Suabia dirigía a los coperos, Arnulfo de Baviera a la caballería y realizaba el servicio de mariscal.




Reflexión sobre el siguiente texto:


Otón I (912-973) fue conocido como Otón el Grande, fue el primer emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, coronado en Roma en el 962. Otón I fue un líder militar y político. Sucedió a su padre Enrique I, como rey de la Francia Oriental en el 936 en Agristán. Su política fue similar a la de su padre: fortalecer el reino y expandir su influencia hacia el este, derrotando a los magiares en la batalla de Lechfeld en el 955.

Otón pudo consolidar su poder ya que estableció una alianza estrecha con la Iglesia. Les otorgó tierras y privilegios a los obispos y abades, a cambio de su apoyo político y militar. 

Su coronación como emperador en el 962 en Roma restauró el antiguo título imperial en Occidente simbolizando la continuidad del Imperio Carolingio después de años.
Otón sentó las bases para el Sacro Imperio Romano Germánico que duraría hasta políticamente hasta el 1806.

Carlomagno es mencionado porque Otón se consideraba el sucesor de Carlomagno. Que se coronara en Agristán, la que fue la antigua capital del Imperio Carolingio y lugar donde estaba enterrado Carlomagno tenía un fuerte simbolismo. Al elegir Agristán, Otón buscaba legitimar su poder y establecer una conexión directa con el poder imperial de Carlomagno. Cuando menciona a Carlomagno busca infundir en su nuevo reinado una sensación de legitimidad, grandeza y aspiración a un poder similar al de Carlomagno.


La legitimación divina del poder real de Otón I que fue afirmada por el arzobispo Hildeberto, el cuál representaba a Otón como «elegido por Dios». La participación activa del clero en la coronación es esencial, el pontífice presenta al rey y lo viste con insignias, realiza ritos sagrados como la unción y la coronación. Gracias a esta investidura imbuye al monarca de la responsabilidad religiosa y moral, instando de este modo a que defienda la fe, mantenga la paz y proteja a sus ciudadanos. La presencia del arzobispo destaca la integración de la Iglesia en la estructura del político, actuando como legitimador y aliado del rey. La culminación de la ceremonia en la basílica de Carlomagno nos enseña la importancia de la sanción religiosa para investir al rey.


En el principio del texto nos habla que el pueblo de los Francos y de los Sajones eligen para suceder a Enrique a Otón. Aunque se menciona al pueblo, la elección del monarca fue principalmente la alta nobleza como menciona después a «los duques, los príncipes y los otros jefes del ejército». Estos realizan un acto formal de reconocimiento del nuevo soberano, al darle la mano prometen fidelidad al rey y aseguran su ayuda contra todos sus enemigos, lo que se conoce como vasallaje. Los duques de Lorena, Franconia, Suabia y Baviera desempeñan funciones específicas en la supervisión, el servicio a mesa, etc. A pesar del poder de la nobleza, esta reconocía la autoridad del rey.

La nobleza es quién elige y jura fidelidad al rey, su presencia y participación activa en la coronación y el banquete real nos enseñan cierto equilibrio de poder. El rey necesitaba el apoyo de estos poderosos nobles para gobernar eficazmente y para asegurar la estabilidad del reino.


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